La pieza clave del engranaje, así definimos a los transformadores de potencia, uno de los componentes más importantes para la transmisión eficiente de la energía eléctrica, así como uno de los principales activos de cualquier industria.
Por el motivo que esgrime el titular de este texto, el fallo de un transformador, que es un imprescindible en el funcionamiento de cualquier instalación industrial, implica cuantiosas pérdidas económicas. Estas comprenden la reparación, el remplazo de la unidad dañada, la interrupción del servicio eléctrico (con las graves consecuencias que ello acarrea) y, por supuesto, no cabe olvidar la pérdida de lucro cesante, entre otros aspectos a tener en cuenta ante el fallo de un transformador.
Garantizar que los transformadores eléctricos se encuentren en unas condiciones óptimas es una necesidad imperiosa. Por esta razón, las operaciones de mantenimiento deben estar enfocadas a la eficiencia del aislamiento mediante acciones preventivas y predictivas para que, a lo largo de la vida útil de la máquina no se conciba fallo alguno. Cabe añadir a la información que, planificando un programa de mantenimiento eficaz, la vida de un transformador puede ser bastante longeva.
Para evitar interrupciones del servicio y la adopción de medidas preventivas innecesarias se llevan a cabo los ensayos de transformadores eléctricos que ayudan a determinar el estado de los mismos. Los ensayos eléctricos, se realizan sobre determinados parámetros característicos del transformador, ya sea sobre su aislamiento total, o una parte determinada puntual, por ejemplo, ‘bushings’.
Debido a la diversidad de ensayos eléctricos que pueden realizarse, estos se clasifican en tres grupos:
- Fabricación y aceptación: Son los trabajos realizados en la fábrica y cuyo objetivo es el de homologar el diseño y verificar el cumplimiento de las normas estipuladas.
- Puesta en marcha: Se realizan directamente en el lugar del emplazamiento, para verificar que, durante el transporte e instalación, no se produjeron cambios importantes en sus parámetros más representativos.
- Mantenimiento: realizados en una frecuencia determinada, con el fin de verificar la evolución de los parámetros característicos que se hayan seleccionado para el seguimiento. De forma que se disponga de un histórico sólido de datos que garantice predecir el estado de la máquina. La recopilación y posterior análisis de la información recaba permitirá prever fallos en una fase temprana, pudiendo tomar la delantera y ejecutar decisiones de suma importancia sabiendo que esta va a ser la correcta.
Efectuar ensayos periódicos no es un asunto menor o que haya que pasar por alto. Prevenir fallos repentinos e intempestivos en los transformadores es vital para garantizar el buen desarrollo de su actividad.
Es de gran utilidad recordar que un único control o ensayo puede no ser suficiente para informar en su totalidad del estado del aislamiento. Por esta razón, deben seleccionarse el conjunto de ensayos que mejor encajen para cada situación particular.
Debemos cuidar los transformadores de potencia como si de nuestro corazón se tratase y mantenerlos en perfectas condiciones, pues ambos tienen en común la responsabilidad de que todo funcione como se espera.